Las chicas de Nepal toman fotos para denunciar algo que todavía es tabú en su país
por Tamara Grosso
Aunque se trate de una función física natural e inevitable, y que no inhabilita a la mujer, siempre y cuando no se sienta mal y mientras que cuente con los recursos sanitarios adecuados, la menstruación es todavía un tabú en algunas culturas.
En la nuestra, es tal vez todavía un tema incómodo para algunas personas o en determinados contextos; y algunas mujeres mayores recuerdan que, en su infancia y juventud, se les impedía hacer algunas cosas durante el período, como batir mayonesa o bañarse.
En esa prohibición había una mezcla de mitos (como el de la mayonesa, que supuestamente se cortaba cuando la hacía una mujer que estaba menstruando) y de costumbres que se habían transmitido sin cuestionarse por varias generaciones, como la prohibición de tomar un baño, que se sostuvo desde la época en la que el agua de la bañera era compartida por familias o pueblos enteros.
En algunas partes del mundo, por ejemplo en Nepal, la menstruación es vista como un estigma que les impide a las mujeres vivir normalmente su rutina durante esos días: se la considera "impura", y no puede realizar actividades cotidianas como comer con su familia, cocinar o tocar el agua.
Algunas de ellas quedan sin acceso al agua por ese motivo y están expuestas a infecciones; y algunas incluso tienen que vivir en establos durante ese tiempo porque no se les permite estar en la casa.
En la nuestra, es tal vez todavía un tema incómodo para algunas personas o en determinados contextos; y algunas mujeres mayores recuerdan que, en su infancia y juventud, se les impedía hacer algunas cosas durante el período, como batir mayonesa o bañarse.
En esa prohibición había una mezcla de mitos (como el de la mayonesa, que supuestamente se cortaba cuando la hacía una mujer que estaba menstruando) y de costumbres que se habían transmitido sin cuestionarse por varias generaciones, como la prohibición de tomar un baño, que se sostuvo desde la época en la que el agua de la bañera era compartida por familias o pueblos enteros.
En algunas partes del mundo, por ejemplo en Nepal, la menstruación es vista como un estigma que les impide a las mujeres vivir normalmente su rutina durante esos días: se la considera "impura", y no puede realizar actividades cotidianas como comer con su familia, cocinar o tocar el agua.
Algunas de ellas quedan sin acceso al agua por ese motivo y están expuestas a infecciones; y algunas incluso tienen que vivir en establos durante ese tiempo porque no se les permite estar en la casa.
El arroyo, por Manisha Karki
Familia comiendo, por Bandana Khadka
El espejo, por Sushma Dishaly
Ella no está contenta con estas tradiciones y lo hace saber: "Si mis amigas pudieran vivir en un entorno sin limitaciones relacionadas con la menstruación y recibieran más apoyo por parte de sus familias, podrían ser más libres y explorar más oportunidades".
La comida, por Manisha Karki
Agua, por Bisheshta Bhandari
"Éste es el sitio en el que me lavé durante mi primera menstruación. Tuve que quedarme en otra casa porque en esos días no podemos quedarnos en la nuestra. Estaba a 15 minutos de mi casa. Las adolescentes están más seguras con sus padres, independientemente del momento del ciclo menstrual. Pero al seguir las tradiciones culturales, tenemos que quedarnos en casas ajenas siete días cada mes, donde no estamos tan seguras".
Masik, por Manisha Karki
"En nuestra sociedad, los rituales culturales y las costumbres son muy importantes. Hice esta foto cuando mi padre y mis tíos realizaban el Masik, un ritual que se lleva a cabo todos los meses para recordar a un familiar fallecido. Si una mujer tiene la regla durante el transcurso de estos rituales no puede entrar, ni tocar los materiales que se utilizan ni ayudar. En el colegio se nos enseña que es un proceso natural, pero me pregunto por qué sólo las mujeres tienen que avergonzarse o soportar una carga por los cambios naturales que experimentan. Los chicos también experimentan cambios, ¿no?".
El director del colegio, por Sushma Diyali
"Este hombre es el director del colegio. Quiero hablar con él sobre las situaciones a las que nos enfrentamos las chicas cuando tenemos la regla por culpa de la falta de servicios de nuestro colegio. Tenemos muchos problemas porque en el colegio no nos proporcionan compresas. No hay un sitio en el que podamos cambiarnos de compresa y quemarlas después de utilizarlas. Tampoco hay agua potable. Nos vemos obligadas a perdernos 3 ó 4 días de clase cada mes y la gestión apropiada de estos servicios cambiaría las cosas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario