¿Dónde comprar ropa libre de trabajo esclavo en Argentina?
por Laura Vidal
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Además de los alimentos y del agua, la ropa es el único artículo que prácticamente todas las personas utilizan cada día. Todas las culturas de todas partes del mundo utilizan prendas para protegerse del frío y del clima, para taparse y como adorno y artículo de belleza. Pero, como muchos de los productos que compramos, las prendas de vestir esconden una historia detrás, que muchas veces no querríamos descubrir y que a veces nos haría realmente dejar de consumirlos.
Uno de los problemas que la ropa genera es una cantidad enorme de residuos, que terminan en la naturaleza o en el mar, y que no llegan a degradarse en una medida que compense la velocidad con la que se produce, ya que el modelo consumista lleva a descartar rápidamente ropa que todavía sirve. El otro terrible problema que existe con la ropa, es la crueldad de las condiciones en las que los trabajadores textiles la producen alrededor del mundo.
Algunas personas dejan de consumir carnes cuando toman conciencia de las crueles condiciones a las que son sometidos los animales para producir esos productos que llegan a su mesa. Si quedaran a la vista las condiciones inhumanas en las que trabajan muchas de las personas que fabrican las prendas con las que nos vestimos, tal vez también dejaríamos de comprarlas, o al menos prestaríamos mucha más atención a las marcas que elegimos.
Uno de los problemas que la ropa genera es una cantidad enorme de residuos, que terminan en la naturaleza o en el mar, y que no llegan a degradarse en una medida que compense la velocidad con la que se produce, ya que el modelo consumista lleva a descartar rápidamente ropa que todavía sirve. El otro terrible problema que existe con la ropa, es la crueldad de las condiciones en las que los trabajadores textiles la producen alrededor del mundo.
Algunas personas dejan de consumir carnes cuando toman conciencia de las crueles condiciones a las que son sometidos los animales para producir esos productos que llegan a su mesa. Si quedaran a la vista las condiciones inhumanas en las que trabajan muchas de las personas que fabrican las prendas con las que nos vestimos, tal vez también dejaríamos de comprarlas, o al menos prestaríamos mucha más atención a las marcas que elegimos.
Pero Asia no es la única región del mundo en la que se fabrican prendas de vestir en condiciones poco humanas. América Latina también alberga una gran parte de los talleres clandestinos del mundo. En Argentina, por ejemplo, se calcula que existen unos 200 talleres textiles con trabajo esclavo, solo en la ciudad de Buenos Aires.
¿Dónde y cómo se produce la ropa que tenemos puesta?
Una de las tragedias más grandes de la última década relacionada con la industria textil ocurrió en Bangladesh en 2013, cuando más de 645 personas murieron en el derrumbe de un taller que no contaba con ninguna medida de seguridad. En Argentina, dos niños murieron en el incendio de un taller clandestino en Buenos Aires el 27 de abril de 2015.
Ropa limpia en América Latina
Red "Ropa Limpia" en Argentina
Esa campaña lleva ya más de 20 años trabajando sobre cuatro ejes: realizar investigaciones sobre la situación de las personas que trabajan en la industria textil, concientizar y movilizar a los consumidores, presionar a las empresas a que produzcan de manera responsable, y denunciar los casos de violación de los derechos laborales en el mundo. Pero esa iniciativa no había llegado, hasta ahora, a América Latina.
Parte de la iniciativa tiene que ver con ir por la positiva, es decir, no solo denunciar a aquellas marcas cuya producción está "manchada" por el trabajo clandestino, sino de reconocer a aquellas que hacen bien las cosas, identificarlas y darlas a conocer, para que los consumidores responsables puedan elegirlas. Una iniciativa similar es un sello que reconoce a los productos sin obsolescencia programada para que los usuarios también puedan identificar a aquellas empresas que no dañan intencionalmente el medio ambiente.
La red agrupa a las empresas que producen ropa en Argentina en condiciones dignas, pero queda aun un camino de difusión para concientizar a los consumidores de elegir dichas marcas. Entre las que ya pertenecen a la red, se encuentran la cooperativa textil 20 de diciembre, que cose para diferentes marcas, y diseñadoras de ropa con marcas pequeñas como Clara A o Vero Vira. Todavía queda un largo camino por delante, y que las grandes marcas que producen y venden el mayor porcentaje de prendar de vestir, se sumen también a esta iniciativa.
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