Pon tu dinero donde estén tus valores
Tantas noticias sobre la prima de riesgo y comentarios sobre corralitos y salidas del euro han conseguido desconcertar a muchísima gente y generar aún más desconfianza y miedo.
Como últimamente he aparecido en diversos medios de comunicación, muchos amigos y clientes me llaman o escriben para que les dé mi opinión y les aconseje sobre cómo invertir sus ahorros. Y a todos les digo lo mismo. No os dejéis abatir ni dominar por el miedo, si nos domina el miedo somos muy manipulables y perdemos la libertad.
Miedos racionales o no nos han llevado a momentos históricos que no deberían repetirse. El mediático economista Paul Krugman, columnista en el New York Times, titulaba hace poco uno de sus artículos Bienvenidos a los años 30. Entiendo su esfuerzo persistente por conseguir que los gobiernos tomen conciencia de la situación y actúen. Tiene toda la razón: pobre del que no quiera ver la realidad. Pero me parece que va a sufrir aún más el que se dedique a pensar en fantasmas y se lance a los desgraciadamente tan seductores brazos del miedo.
El miedo nos impide ver, estar despiertos. Algunas personas piensan que, por ejemplo, es bueno conducir con miedo o incluso trabajar con miedo. Que así mantendremos los ojos más abiertos para evitar un accidente o produciremos más y tendremos más éxito. Pero, bien al contrario, y permítanme continuar con el ejemplo de la conducción, el miedo y los nervios han sido culpables de infinitos suspensos en el examen del carné de conducir en gente supuestamente bien preparada. No vieron un ceda o… ¡incluso un semáforo en rojo! Más grave todavía, la excesiva tensión ha provocado más de un accidente con consecuencias indeseables en conductores primerizos.
Sin miedo somos más capaces y, como decía antes, más libres. Estados Unidos fue uno de los primeros países en los que despertó la banca ética, cuando muchas ONG descubrieron que, con sus fondos, sin querer, estaban financiando la guerra de Vietnam. Sin miedo fueron capaces de ser conscientes y de reunir fuerzas suficientes para cambiar algo. Pudieron vacunarse contra la propaganda y pensar por si mismos.
¿Qué hago con mi dinero?
Qué tengo que hacer, me preguntan amigos o conocidos que tienen miedo. Hoy estaba revisando mis papeles, y me he encontrado una entrevista que hace un tiempo me hizo el periodista Borja Vilaseca para el suplemento dominical de Negocios de El País. Quizás pueda servir como respuesta, porque el mensaje me sigue pareciendo válido. Pon tu dinero donde estén tus valores, recomendaba en aquella ocasión.
El tiempo ha pasado y en la entrevista aparecen algunas cifras desfasadas. Como, por ejemplo, que Triodos Bank tiene 10.000 clientes cuando, afortunadamente, ya contamos con más de 80.000. Pero me parece oportuno, de todos modos, recomendar la lectura de la entrevista a todo el que disponga de un minuto para pensar.
O para intentar sacudirse de encima algo de ese miedo tan humano pero inútil y sobrante que a tantos embarga.
ENTREVISTA DEL DIARIO EL PAIS, EN ESPAÑA
Entrevista:JOAN ANTONI MELÉ | Director de Triodos Bank en Cataluña | Carreras & capital humano
Como últimamente he aparecido en diversos medios de comunicación, muchos amigos y clientes me llaman o escriben para que les dé mi opinión y les aconseje sobre cómo invertir sus ahorros. Y a todos les digo lo mismo. No os dejéis abatir ni dominar por el miedo, si nos domina el miedo somos muy manipulables y perdemos la libertad.
Miedos racionales o no nos han llevado a momentos históricos que no deberían repetirse. El mediático economista Paul Krugman, columnista en el New York Times, titulaba hace poco uno de sus artículos Bienvenidos a los años 30. Entiendo su esfuerzo persistente por conseguir que los gobiernos tomen conciencia de la situación y actúen. Tiene toda la razón: pobre del que no quiera ver la realidad. Pero me parece que va a sufrir aún más el que se dedique a pensar en fantasmas y se lance a los desgraciadamente tan seductores brazos del miedo.
El miedo nos impide ver, estar despiertos. Algunas personas piensan que, por ejemplo, es bueno conducir con miedo o incluso trabajar con miedo. Que así mantendremos los ojos más abiertos para evitar un accidente o produciremos más y tendremos más éxito. Pero, bien al contrario, y permítanme continuar con el ejemplo de la conducción, el miedo y los nervios han sido culpables de infinitos suspensos en el examen del carné de conducir en gente supuestamente bien preparada. No vieron un ceda o… ¡incluso un semáforo en rojo! Más grave todavía, la excesiva tensión ha provocado más de un accidente con consecuencias indeseables en conductores primerizos.
Sin miedo somos más capaces y, como decía antes, más libres. Estados Unidos fue uno de los primeros países en los que despertó la banca ética, cuando muchas ONG descubrieron que, con sus fondos, sin querer, estaban financiando la guerra de Vietnam. Sin miedo fueron capaces de ser conscientes y de reunir fuerzas suficientes para cambiar algo. Pudieron vacunarse contra la propaganda y pensar por si mismos.
¿Qué hago con mi dinero?
Qué tengo que hacer, me preguntan amigos o conocidos que tienen miedo. Hoy estaba revisando mis papeles, y me he encontrado una entrevista que hace un tiempo me hizo el periodista Borja Vilaseca para el suplemento dominical de Negocios de El País. Quizás pueda servir como respuesta, porque el mensaje me sigue pareciendo válido. Pon tu dinero donde estén tus valores, recomendaba en aquella ocasión.
El tiempo ha pasado y en la entrevista aparecen algunas cifras desfasadas. Como, por ejemplo, que Triodos Bank tiene 10.000 clientes cuando, afortunadamente, ya contamos con más de 80.000. Pero me parece oportuno, de todos modos, recomendar la lectura de la entrevista a todo el que disponga de un minuto para pensar.
O para intentar sacudirse de encima algo de ese miedo tan humano pero inútil y sobrante que a tantos embarga.
ENTREVISTA DEL DIARIO EL PAIS, EN ESPAÑA
Entrevista:JOAN ANTONI MELÉ | Director de Triodos Bank en Cataluña | Carreras & capital humano
"Pon tu dinero donde estén tus valores"
La crisis está afectando a muchas entidades financieras de todo el mundo. Pero no a todas.
Triodos Bank, por ejemplo, está experimentando una sorprendente bonanza económica. Se trata de un banco independiente fundado en Holanda hace 28 años y cuyos pilares corporativos se asientan en la ética y la sostenibilidad. Con el capital de sus clientes promueve la agricultura ecológica, el comercio justo, la cooperación al desarrollo, así como la tecnología medioambiental, entre otras actividades.
A diferencia de otras entidades, no destina ni un euro a la energía nuclear, el tabaco o la industria armamentística. Tras crecer un 8% durante el primer semestre del año, ya gestiona un balance total de 3.400 millones de euros y cuenta con 400 empleados y más de 150.000 clientes en Holanda, Reino Unido, Alemania y Bélgica. En España desembarcó hace cuatro años y ya dispone de más de 10.000 clientes. Joan Antoni Melé (Barcelona, 1951) es el director territorial de Triodos Bank en Cataluña y Baleares. Su pasión y compromiso por este proyecto le han convertido en un solicitado conferenciante. Precisamente esta semana ha participado en el I Foro Humano Europeo, que promueve el cambio individual y la transformación social.
Pregunta. ¿Por qué no les está afectando la crisis financiera?
Respuesta. Porque nuestro negocio se asienta sobre la responsabilidad, la confianza, la transparencia y la relación a largo plazo con nuestros clientes. Nosotros no especulamos, sino que invertimos en la economía real, promoviendo el desarrollo sostenible. Si los bancos se alejan de este principio esencial, permitiendo que la presión por aumentar beneficios y bonus les dirija a un mundo abstracto de productos estructurados y derivados, acaban perdiendo la relación con la economía real. De ahí que ahora mismo algunas entidades estén sufriendo las consecuencias; son víctimas de las decisiones tomadas en el pasado.
P. ¿Cuándo comienza esta economía especulativa?
R. Empezó a crecer con fuerza a raíz de la caída del muro de Berlín, en 1989. Desde entonces, el dinero circula de forma ficticia y virtual, sin corresponderse con una creación de riqueza. El lucro se ha convertido en un fin en sí mismo: algunas personas especulan para que el dinero les genere más dinero sin hacer nada. Para que esta tendencia cambie es necesaria una mayor preocupación por el impacto que tienen nuestras acciones sobre el resto de seres humanos y el medioambiente del que formamos parte.
P. Así que la solución está en nuestra conciencia.
R. Exacto. Teniendo en cuenta que el sistema de mercado somos todos, si cambiamos nuestra manera de pensar, de ser, de actuar y de invertir nuestro dinero, cambiará el funcionamiento y la dirección que tome el modelo económico. Estamos ante una crisis de conciencia, de valores humanos. La ambición y el sinsentido material han conducido al colapso económico del sistema.
P. ¿Qué solución proponen?
R. Damos opción a que los consumidores conscientes, que se mueven por valores como la solidaridad, la integridad, la paz, la justicia y la sostenibilidad, puedan poner su dinero donde se protejan y se potencien estos valores. Es la semilla de la llamada "nueva economía", que pretende ser verdaderamente útil para los seres humanos y que comienza inevitablemente con la conquista de la responsabilidad individual.
P. ¿Qué relación tiene el dinero con nuestra conciencia?
R. El poder del ciudadano ya no reside en su voto, sino en su consumo. Sin valores ni conciencia, da igual en qué y dónde se gaste, pues lo importante es que genere placer y rentabilidad. De ahí que para consumir conscientemente sea necesario preguntarnos de tanto en tanto: ¿qué compro, por qué lo compro y dónde lo compro? ¿Lo necesito o lo deseo? Lo siguiente es actuar en consecuencia.
P. ¿Y qué hay del ahorro?
R. Más de lo mismo. Casi ningún cliente le pregunta a su banco a qué destina su dinero, pues suele estar más preocupado por la rentabilidad que le ofrece. A veces se llega a la incoherencia de que las entidades financieras están invirtiendo nuestro dinero en sectores o actividades con los que no estamos de acuerdo. Por eso la verdadera consciencia va siempre de la mano de la coherencia. Nosotros animamos a la gente a que ponga su dinero donde estén sus valores. Aunque parezca un gesto insignificante, es una actitud que contribuye a cambiar el mundo. -
Triodos Bank, por ejemplo, está experimentando una sorprendente bonanza económica. Se trata de un banco independiente fundado en Holanda hace 28 años y cuyos pilares corporativos se asientan en la ética y la sostenibilidad. Con el capital de sus clientes promueve la agricultura ecológica, el comercio justo, la cooperación al desarrollo, así como la tecnología medioambiental, entre otras actividades.
A diferencia de otras entidades, no destina ni un euro a la energía nuclear, el tabaco o la industria armamentística. Tras crecer un 8% durante el primer semestre del año, ya gestiona un balance total de 3.400 millones de euros y cuenta con 400 empleados y más de 150.000 clientes en Holanda, Reino Unido, Alemania y Bélgica. En España desembarcó hace cuatro años y ya dispone de más de 10.000 clientes. Joan Antoni Melé (Barcelona, 1951) es el director territorial de Triodos Bank en Cataluña y Baleares. Su pasión y compromiso por este proyecto le han convertido en un solicitado conferenciante. Precisamente esta semana ha participado en el I Foro Humano Europeo, que promueve el cambio individual y la transformación social.
Pregunta. ¿Por qué no les está afectando la crisis financiera?
Respuesta. Porque nuestro negocio se asienta sobre la responsabilidad, la confianza, la transparencia y la relación a largo plazo con nuestros clientes. Nosotros no especulamos, sino que invertimos en la economía real, promoviendo el desarrollo sostenible. Si los bancos se alejan de este principio esencial, permitiendo que la presión por aumentar beneficios y bonus les dirija a un mundo abstracto de productos estructurados y derivados, acaban perdiendo la relación con la economía real. De ahí que ahora mismo algunas entidades estén sufriendo las consecuencias; son víctimas de las decisiones tomadas en el pasado.
P. ¿Cuándo comienza esta economía especulativa?
R. Empezó a crecer con fuerza a raíz de la caída del muro de Berlín, en 1989. Desde entonces, el dinero circula de forma ficticia y virtual, sin corresponderse con una creación de riqueza. El lucro se ha convertido en un fin en sí mismo: algunas personas especulan para que el dinero les genere más dinero sin hacer nada. Para que esta tendencia cambie es necesaria una mayor preocupación por el impacto que tienen nuestras acciones sobre el resto de seres humanos y el medioambiente del que formamos parte.
P. Así que la solución está en nuestra conciencia.
R. Exacto. Teniendo en cuenta que el sistema de mercado somos todos, si cambiamos nuestra manera de pensar, de ser, de actuar y de invertir nuestro dinero, cambiará el funcionamiento y la dirección que tome el modelo económico. Estamos ante una crisis de conciencia, de valores humanos. La ambición y el sinsentido material han conducido al colapso económico del sistema.
P. ¿Qué solución proponen?
R. Damos opción a que los consumidores conscientes, que se mueven por valores como la solidaridad, la integridad, la paz, la justicia y la sostenibilidad, puedan poner su dinero donde se protejan y se potencien estos valores. Es la semilla de la llamada "nueva economía", que pretende ser verdaderamente útil para los seres humanos y que comienza inevitablemente con la conquista de la responsabilidad individual.
P. ¿Qué relación tiene el dinero con nuestra conciencia?
R. El poder del ciudadano ya no reside en su voto, sino en su consumo. Sin valores ni conciencia, da igual en qué y dónde se gaste, pues lo importante es que genere placer y rentabilidad. De ahí que para consumir conscientemente sea necesario preguntarnos de tanto en tanto: ¿qué compro, por qué lo compro y dónde lo compro? ¿Lo necesito o lo deseo? Lo siguiente es actuar en consecuencia.
P. ¿Y qué hay del ahorro?
R. Más de lo mismo. Casi ningún cliente le pregunta a su banco a qué destina su dinero, pues suele estar más preocupado por la rentabilidad que le ofrece. A veces se llega a la incoherencia de que las entidades financieras están invirtiendo nuestro dinero en sectores o actividades con los que no estamos de acuerdo. Por eso la verdadera consciencia va siempre de la mano de la coherencia. Nosotros animamos a la gente a que ponga su dinero donde estén sus valores. Aunque parezca un gesto insignificante, es una actitud que contribuye a cambiar el mundo. -
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