Esto es lo que sucede si una represa se instala en un río de tu ciudad
por Esteban Flores
La demanda energética del mundo crece a un ritmo vertiginoso de la mano de la producción y el consumo, pero la escasez de recursos y la gravedad de las consecuencias ambientales que está conllevando el uso de fuentes no renovables como el petróleo ha comenzado a virar las respuestas hacia otras alternativas. En este sentido, el uso de fuentes de energía renovables está siendo cada vez más investigado e implementado en el mundo entero.
Dentro de estas fuentes de energía, también llamadas "verdes", se encuentra un recurso tan vital como el agua, ya que la energía de su movimiento puede ser transformada en electricidad. Con este fin principal, se construyen las centrales hidroeléctricas.
Dentro de estas fuentes de energía, también llamadas "verdes", se encuentra un recurso tan vital como el agua, ya que la energía de su movimiento puede ser transformada en electricidad. Con este fin principal, se construyen las centrales hidroeléctricas.
Según una estadística del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), existen actualmente 45.000 represas en actividad en todo el mundo. Sin embargo, su instalación no es de ninguna forma inocua ni para el ambiente ni para las comunidades locales. De hecho, las represas se encuentran en los primeros lugares de la lista de infraestructuras peligrosas para el medio ambiente.
Por eso, es necesario estar informado, y tener en cuenta cuáles son las ventajas y desventajas que implica que esta construcción se realice en tu ciudad.
¿Qué hay que tener en cuenta para evaluar la instalación de una represa?
El uso del movimiento del agua para producir energía es una manera renovable de hacerlo, a diferencia de otras formas como el uso de combustibles fósiles como el petróleo, ya que su mecanismo aprovecha la energía cinética del agua para mover turbinas, las cuales generan electricidad. Sin embargo, su instalación genera otras consecuencias que, en muchos casos, resultan igual de perjudiciales tanto para el ambiente como para los pobladores locales.
Inundaciones
Si bien hay quienes afirman que la instalación de represas puede ser de utilidad en algunas regiones para controlar el caudal del agua de sus ríos y con ello evitar la posibilidad de que se generen inundaciones, eso no es tan cierto. Se estima que solo el 13% de todas las grandes represas en el mundo fueron construidas para controlar las inundaciones.
Por el contrario, lo que ocurre de forma más habitual es que, cuando un río está embalsado, el agua se desplaza y las áreas secas que lo circundan se inundan. Cuando la vegetación queda bajo agua, además, los restos de plantas emiten metano hacia la atmósfera, incrementando la producción de gases invernadero.
Las represas también atrapan los sedimentos del río, dejando despojadas las orillas, lo cual también aumenta la erosión y la posibilidad de inundaciones.
Aunque su costo de construcción es elevado, quienes apoyan su instalación sostienen que la operación y el mantenimiento suele ser económico en comparación con el uso de otras fuentes de energía. Además, argumentan que el agua almacenada puede utilizarse para la industria, y para riego. También, sostienen que los lagos artificiales pueden ser utilizados con fines turísticos.
Sin embargo, la CMR (Comisión Mundial de Represas) concluyó que el rendimiento de más de la mitad de los proyectos de energía hidroeléctrica era muy bajo. Además, el daño ambiental y sociocultural tiene grandes dimensiones. En muchos casos, los pueblos se han visto perjudicados y empobrecidos con su instalación, mientras que las empresas –en muchos casos extranjeras – se han visto enriquecidas. Por eso muchos argumentan que existen otras alternativas para generar electricidad más equilibrada para el medio ambiente, como la obtenida a partir del viento o el sol.
Ecosistema
Los embalses que se crean artificialmente inciden sobre los hábitats locales, modificando el volumen y cauce natural de los ríos, desviando además el agua de las áreas que dependen de ella. Por eso es una de las principales razones por las que la mayor parte de los ríos de todo el mundo están perdiendo su conexión con el mar.
Por otro lado, la represa actúa como barrera artificial para la circulación natural de los peces, interrumpiendo la migración de muchas especies. En algunos casos, se construyen conductos especiales para facilitar la libre circulación de los animales acuáticos, pero no suelen ser muy efectivos, ya que muchos resultan heridos en este pasaje.
Las represas también implican la pérdida de millones de hectáreas de bosques, que quedan sumergidas bajo el agua y se descomponen, emitiendo dióxido de carbono y metano, dos gases de efecto invernadero.
Comunidades locales
La principal consecuencia de la construcción de una represa para una comunidad es la modificación de su ambiente natural y la pérdida de su valor cultural y arquitectónico. Incluso, en algunos casos, es necesario su desplazamiento por las inundaciones, o no pueden usar las tierras para realizar actividades locales, como la agricultura.
Los más afectados, en general, suelen ser las comunidades de pueblos originarios, quienes además se ven perjudicados por el riesgo de contraer algunas enfermedades, como el dengue.
Casos y ejemplos
En la frontera entre Paraguay y Brasil, en Latinoamérica, se encuentra la Represa de Itaipú, que produce el 95% de la energía eléctrica consumida en el Paraguay y el 25% de la consumida en el Brasil.
Según la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, a partir de su construcción, alrededor de 6.900 familias han tenido que dejar sus tierras; y 42.000 habitantes brasileños y 25.000 en Paraguay fueron afectados. Además, la represa implicó la pérdida de 800 km² de superficie agraria y 600 km² forestales; 570 km de caminos se inundaron, y 50 km de vías ferroviarias desaparecieron en el fondo del lago.
Represa de las Tres Gargantas
Ubicada en el río Yangtsé, en China, es la planta hidroeléctrica más grande del mundo. Su construcción ha generado, a partir de la inundación de las tierras, pérdidas de reliquias culturales y ancestrales. A nivel ambiental, las consecuencias fueron devastadoras: ha provocado, por ejemplo, la extinción de especie de delfín chino. Después de casi 20 años de funcionamiento, el gobierno chino reconoció que el daño ambiental que ha provocado.
El Río Santa Cruz, ubicado en el sur de Argentina, es el último curso de agua glaciario de la Patagonia que corre libre desde la cordillera hasta el mar. Allí se han aprobado la construcción de dos mega represas que contarían con la capacidad de transportar solo un 43% de la energía eléctrica que podrían producir.
Con este proyecto, la mitad del Río Santa Cruz dejaría de correr libre para transformarse en dos grandes espejos de agua artificiales, dejando bajo el agua zonas de un gran valor. Los cambios artificiales en el curso del agua también podría afectar el nivel del Lago Argentino y esto impactaría en los glaciares de la región, entre ellos el tan conocido Glaciar Perito Moreno. Las especies que conforman el ecosistema, además, también se verían gravemente afectadas.
Actualmente, la Corte Suprema evalúa si se pronuncia o no a favor de una medida cautelar presentada por la ONG Banco de Bosques para que se interrumpan estas obras.
Por estos aspectos, es necesario siempre estar informado para actuar y defender la vida de los ríos y, con ellos, de toda tu comunidad.
Si quieres conocer más información, puedes acceder aquí al material de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
Si quieres conocer más información, puedes acceder aquí al material de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
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