miércoles, 26 de marzo de 2014

DEJEN QUE SUS SUEÑOS RESPIREN. POR GILLIAN MACBETH-LOUTHAN

DEJEN QUE SUS SUEÑOS “RESPIREN”
Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan


Un mensaje de Quan Yin: Mientras tejo mis energías alrededor de ustedes, dentro ustedes y para ustedes, vendrán muchos rostros del femenino. Permitan a cada rostro que venga a su mente entrar en su corazón, entrar en ustedes, entrar a través de ustedes; así crearán un portal, una entrada y una salida que ustedes facilitarán a una energía mucho más elevada de lo que creen.
Durante largo tiempo, la humanidad ha percibido el nacimiento de nuevos proyectos, de nuevas ideas, de nuevas energías, de nuevas eras, como algo doloroso. Los seres humanos piensan que necesitan otra partera para dar a luz sus sueños, para dar a luz sus creaciones y sus manifestaciones.
Es hora de que se conviertan en la partera de su propia vida y confíen en que tienen el conocimiento innato celular y estelar para dar a luz lo que sea que sientan que necesitan. Desde una banda elástica para su cola de caballo a la paz mundial, hay una necesidad, un ansia, de retraerse del mundo escurridizo, para meterse de nuevo en su caparazón y no volver a aventurarse hasta que haya cambiado la marea.
Cuando dejan su refugio hogareño, pueden sentir que la electricidad estalla en el aire y la arena cambia en la gran pirámide. Perciben los corazones de los que se hallan en soledad y el coraje de los que pasan por arenas movedizas, temerosos pero conscientes de que están siendo llevados por las energías. Es hora de que aprendan a comprender a la Tierra y todos sus secretos, desde la constante electricidad en el aire a las mareas que fluyen y refluyen en el Nilo. Ya no pueden meter la cabeza en la tierra y esconderse de su destino. Su destino es el fuerte rugido que escuchan en su cabeza y su corazón. Buena suerte tratando de ignorar eso…
No se pueden sentar sobre las ancas de su humanidad y esperar hasta que las arenas se asienten, esperar hasta que baje la marea, esperar hasta que los vientos del cambio terminen de derribar todo lo inútil. Es hora de bailar con las energías del viento y utilizarlas para propulsarse hacia delante, fuera de la zona de peligro. Es hora de fusionarse con los granos de las arenas cambiantes. Es hora de contener la respiración y zambullirse profundamente en las aguas de todo lo que es divinamente humano.
Avanzar, moverse ahora y moverse sin miedo serán los nombres de los capítulos de los próximos libros de su vida. Capítulo uno: Aprendiendo a caminar entre los mundos. Capítulo dos: Aprendiendo a caminar en las grietas del ser. Capítulo tres: Cómo unir lo que está fracturado y roto y llevarlo a la fluidez (reprogramación cuántica).
Levanten los velos de su humanidad. Remuevan las cataratas de su corazón. Quiten la resina y dejen que sus poros respiren; dejen que sus sueños respiren, y dejen que su corazón lata de alegría nuevamente. Vayan a las alacenas que parecen vacías y eliminen la vacuidad modelándola en algo que sea maravilloso y delicioso. Ustedes son siempre las madres de la necesidad y las madres de la creación. Ustedes forman lo que los ojos de los demás no ven. No dejen que las barran los vientos del cambio y los miedos ajenos.
Háblenle al cuerpo, ámenlo como a un viejo amigo al que conocen desde siempre. Háblenle a la mente con suavidad, porque ella siempre ha estado aconsejándolas para su mayor bien. Díganle a su cerebro que las deje desarrollarse, que les permita ver más, soñar más, volverse más. Persuádanlo, como el hijo persuade al padre para tener más mesada, más privilegios. Ustedes están por expandirse hacia delante. No hay fracaso en ser humanas. No importa si desperdician su vida, o si la usan apropiadamente. Sea lo que sea que elijan hacer, está bien. No hay errores, no hay fracasos. No hay nada que puedan hacer mal. La esencia del error les fue dada como una limitación: como lo fue la frecuencia de la muerte para limitarlos y cegarlos de miedo. Corten todo lo que los ata.
Demuestren con el ejemplo una y otra y otra vez, como el águila madre que llega hasta la cornisa y les muestra a sus aguiluchos cómo volar. Cada polluelo tiene una fortaleza y una debilidad diferentes. El viento sopla de distinta forma debajo de sus alas, llevándolos a diferentes lugares.
No juzguen lo que hacen los demás porque es muy probable que ellos estén haciéndolo lo mejor que pueden en ese momento. Ámenlos donde elijan acampar, ámenlos donde elijan asentarse. Hay multitud de opciones porque hay multitud de personas. Todas las posibilidades viven dentro de ustedes. No permitan que las aglomeraciones del tráfico de su alma y el frenesí de otros las desvíe de su propósito. Manténganse firmes.
Vuélvanse una con su día, con el sol, las nubes y las personas que ustedes ven tan cegadas por la Luz. Dejen que estas energías de ver se abran para ustedes. Vean en las verdades que están ocultas y sin embargo, tan expuestas. Yo soy Quan Yin. Fusiónense conmigo. Las protejo y las amo. Colóquenme en su corazón. Ahí es donde hago mi mejor trabajo.

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